KINSHASA, República Democrática del Congo — Tras mucha expectación, el diseño de la Casa de Adoración bahá’í nacional que se construirá en la República Democrática del Congo se ha presentado hoy a través de un anuncio telemático de su Asamblea Espiritual Nacional.

El secretario de la Asamblea Espiritual Nacional de los Bahá’ís, Lavoisier Mutombo Tshiongo, comenta: «Este ha sido un momento muy esperado por los bahá’ís del Congo. Con paso firme, entramos en una nueva etapa de la construcción de la primera Casa de Adoración en el corazón del continente africano, lo que da un nuevo impulso a todas nuestras actividades de servicio a la sociedad».

El diseño, realizado por Wolff Arquitectos de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) está inspirado en obras de arte tradicionales, en las estructuras y características naturales del Congo, así como en las enseñanzas sagradas bahá’ís, especialmente en el concepto espiritual de que la bondad de Dios fluye incesantemente sobre todas las personas.

La ubicación de la Casa de Adoración, en las afueras de Kinshasa, tiene vistas al río Congo desde el flanco de un fértil valle. Este río, cuyos afluentes recogen en una gran y única corriente las precipitaciones de todas partes del país, ofrece una poderosa imagen de la reunión de todas las gentes que se refleja en el diseño del templo. Los motivos decorativos que adornan el exterior de la cúpula del edificio central expresan esta misma idea en un estilo que recuerda a las expresiones artísticas de varios pueblos congoleños.

Sobre el diseño, los arquitectos declaran: «Nos inspiramos en una fotografía de la arquitectura congoleña del siglo XIX en la que se ven estructuras hermosísimas que parecen tener fachadas de bambú finamente tejidas con un techo parabólico fabricado con hojas de palma. Estas casas se situaban entre baobabs gigantescos. […] El techo ondulado del templo hace referencia a esta tradición histórica».

La Casa de Adoración representa el dinámico espíritu de oración que los bahá’ís del Congo han promovido durante décadas. Más de doscientas mil personas de todo el país, de todas las edades y confesiones, participan de manera sistemática en las reuniones bahá’ís de oración en sus barrios y pueblos. Incluso con las actuales medidas de confinamiento, la intensidad de esta vida de oración ha aumentado, manteniendo las medidas de seguridad establecidas por el Gobierno.

Mutombo comenta en torno a estas experiencias: «Personas de todas las comunidades religiosas asisten a las reuniones bahá’ís de oración, reflexionan juntos sobre las necesidades de nuestra sociedad y se fomenta también la camaradería.

La Casa de Adoración dispondrá de nueve puertas orientadas hacia todas las direcciones y estará abierta a todas las personas, permitiendo que el principio de unidad en diversidad se convierta en una realidad cotidiana. En este momento, en el que el mundo atraviesa una de las peores crisis de los últimos tiempos, la aparición de este templo simboliza el papel fundamental que la oración desempeña para instilar esperanza e incitar a todos a pasar a la acción».