CENTRO MUNDIAL BAHÁ'Í — El pasado lunes, el alcalde de ‘Akká, Shimon Lankri, junto con personalidades relevantes de las comunidades religiosas de la ciudad y otras organizaciones locales, se reunieron para honrar a ‘Abdu’l Bahá en una ceremonia en la que se plantó un árbol con motivo del inicio de la construcción de Su Santuario.

«Para los bahá'ís, la diversidad es sinónimo de belleza —comentó el Sr. Lankri en su alocución durante la ceremonia—. Al igual que las flores y plantas de un jardín, su visión del mundo es que la diversidad crea belleza. Y considero que esta visión es acertada y la aceptamos plenamente».

A la ceremonia, oficiada en el emplazamiento del Santuario, asistieron unos cincuenta invitados entre dirigentes de las comunidades judía, musulmana, cristiana y drusa, funcionarios del gobierno local y miembros de las instituciones educativas de la zona. David Rutstein, secretario general de la Comunidad Internacional Bahá'í, y Hossein Amanat, arquitecto del Santuario, se encontraban entre los diversos representantes de la comunidad bahá'í que participaron en el acto.

Tras la proyección del anteproyecto del Santuario y la recitación de oraciones reveladas por ‘Abdu’l Bahá, el Sr. Lankri y el Dr. Rutstein ofrecieron una breve alocución, tras la cual llevaron conjuntamente un ejemplar de olivo hasta el emplazamiento señalado. Los invitados colaboraron en la plantación del árbol en un rincón del jardín donde podrá crecer por muchos años más.

«El espíritu de ‘Abdu’l Bahá sigue brillando cien años después», comenta el Dr. Rutstein. «Al contemplar los múltiples segmentos de la población de ‘Akká que se reúnen en su alborozo por el regreso de ‘Abdu’l Bahá a su ciudad, esto me hace recordar cómo Él se esforzó por crear unidad aquí».