Los bahá’ís de Alemania promueven un diálogo floreciente en el que se debate el papel especial de la juventud
BERLÍN — En los últimos meses, la Comunidad Bahá’í de Alemania ha establecido diversos espacios en los que profundizar en la contribución singular que los jóvenes realizan a la sociedad. Con estos espacios se ha dado impulso a un creciente número de conversaciones, en medio de un discurso nacional sobre la juventud, que desvela nuevas perspectivas acerca del papel singular de la nueva generación en la sociedad.
En los últimos seis meses, la Oficina de Asuntos Externos de la comunidad bahá’í ha organizado encuentros, con docenas de participantes cada uno, en diferentes escenarios para profundizar en estos temas: en Teterow, una pequeña localidad al noreste del país, con una población joven en claro retroceso, en Frankfurt central, un concurrido centro urbano con un buen número de jóvenes profesionales y en Hagen, una ciudad industrial de tamaño medio en la que el debate reunió a varios jóvenes de familias inmigrantes. Tras los encuentros, las perspectivas ganadas en dichos espacios se expusieron en artículos, podcasts y vídeos en una web creada con este fin (en alemán).
«Observamos que se daban muchas conversaciones sobre los jóvenes, pero no con los jóvenes —comenta Gabriella Brutto, de la Oficina de Asuntos Externos—. Así que decidimos trabajar con las organizaciones locales para invitar a personas de todas las edades a debatir sobre qué ayuda a los jóvenes a desarrollar su potencial para contribuir a la sociedad y qué es lo que obstaculiza su participación».
Tras reunirse con otras organizaciones que trabajan con jóvenes en todo el país, la Oficina identificó algunas preguntas fundamentales. ¿Cómo pueden trabajar juntas generaciones distintas? ¿Cuáles son los obstáculos que impiden a los miembros de las nuevas generaciones expresar sus deseos para la sociedad? ¿Y cómo se crean las condiciones para que los jóvenes se comprometan de manera constructiva?
A través de estos debates ha quedado manifiesto que muchos compartían las mismas esperanzas y aspiraciones, tanto para ellos mismos como para la sociedad, explica la Sra. Bruno. Lo que estas conversaciones han confirmado es que son muchos los jóvenes que sienten un anhelo profundo de contribuir a la sociedad a través de sus profesiones, sus aficiones, sus familias y otras formas.
Algo característico de los jóvenes de hoy en día es que la mayoría, hablamos de Alemania, han crecido sumergidos en la tecnología digital, como son los medios sociales; por lo que los debates profundizaron en las implicaciones de que la nueva generación haya crecido en este entorno. Una de las ideas más importantes que surgió, por ejemplo, fue la de que la juventud se halla más conectada a grandes redes de iguales que trascienden la localización física, favoreciendo una actitud más receptiva hacia la diversidad. Los participantes también comentaron las diferentes cualidades típicas de este momento en sus vidas, como por ejemplo el altruismo, la mayor receptividad y la energía.
Los talleres han creado además un espacio en el que compartir la experiencia de la comunidad bahá’í alemana en la implicación de los jóvenes en el servicio a sus comunidades, en ciudades y localidades de todo el país. Mucho es lo aprendido sobre cómo canalizar el enorme potencial y entusiasmo de los jóvenes hacia actos de servicio. Entre las aportaciones más profundas de los jóvenes se encuentra la atención al desarrollo de la siguiente generación mediante el trabajo con adolescentes que despiertan a su potencial intelectual y espiritual.