Las celebraciones del bicentenario en las oficinas de la CIB estudian la paz y la unidad de la humanidad
CIB ADDIS ABABA — Las oficinas de la Comunidad Internacional reunieron a dignatarios y dirigentes de organizaciones internacionales para celebrar el histórico 200 aniversario del nacimiento del Báb a principios de este mes. Las reuniones, celebradas en las oficinas de la CIB en Addis Abeba, Etiopía, el martes, y en la ciudad de Nueva York el 1 de noviembre, estudiaron la vigencia de las enseñanzas del Báb y de Bahá'u'lláh dadas hace dos siglos para las condiciones actuales del mundo.
En Addis Abeba, Solomon Belay, representante de la Comunidad Internacional Bahá'í, centró su presentación en el imperativo de la paz y el énfasis puesto en ella en las enseñanzas bahá'ís. «La realidad de la paz es tan compleja que ninguna persona u organización puede pretender captarla y promoverla por sí sola. Todos necesitamos reunirnos y consultar sobre la posibilidad, los prerrequisitos y el camino de la paz».
En la ciudad de Nueva York, la celebración se llevó a cabo en las oficinas de la CIB (en inglés) donde los asistentes analizaron algunas de las implicaciones de la unidad de la humanidad.
«La convicción de que pertenecemos a una sola familia humana se encuentra en el corazón de las enseñanzas bahá'ís», afirmó Bani Dugal, principal representante de la Comunidad Internacional Bahá'í, a los asistentes a la celebración. Señaló que la aceptación de este principio "llama a cada uno de nosotros a que nos esforcemos por superar todas las formas de prejuicios, ya sean raciales, religiosos o de género».
Las celebraciones brindaron la oportunidad de reflexionar sobre el estado actual de los asuntos mundiales, así como sobre el impacto que las enseñanzas de la Fe bahá'í están teniendo en diversas poblaciones. Los participantes en la celebración de Nueva York vieron fragmentos del documental Los albores de la luz, que muestra las implicaciones de algunas de las enseñanzas básicas bahá'ís para abordar las formas contemporáneas de opresión en diversos entornos de todo el mundo.
«Por supuesto, para una paz duradera, son esenciales profundos cambios en las estructuras de la sociedad", señaló Emily Osvold, de la Comunidad Internacional Bahá'í, al presentar una parte del documental sobre personas que trabajan por la paz en sus comunidades. «El papel de las mujeres, de los jóvenes, de la educación y de nuestros modelos económicos, todos ellos han de volverse a examinar. Pero las personas no tienen que esperar a que se produzcan cambios estructurales para contribuir a la paz. Cada persona tiene el potencial de convertirse en un agente activo de cambio social y de contribuir a la construcción de una sociedad pacífica».
Al reflexionar sobre el documental, uno de los participantes comentó: «Mi corazón se conmovió por el mensaje de amor. Este mensaje es realmente lo que da sentido a todas nuestras vidas, y es aplicable a todos nosotros, sin importar nuestros orígenes».
En el documental, que cuenta las historias de la búsqueda personal de la verdad y del significado de la vida de ocho personas, uno de los entrevistados subraya este mensaje de amor: «La verdad incuestionable es el amor. El amor es lo que compartimos con todos en nuestra sociedad. El amor es la razón por la que existimos».