David Rutstein recibe el nombramiento de secretario general de la Comunidad Internacional Bahá'í
CENTRO MUNDIAL BAHÁ'Í — La Comunidad Internacional Bahá'í anunció hoy el nombramiento del Dr. David Rutstein como su nuevo secretario general. Sucede al Dr. Joshua Lincoln, quien ha servido en este cargo desde 2013. El secretario general es el oficial de mayor rango que actúa en nombre de la Casa Universal de Justicia, el órgano de gobierno internacional de la comunidad bahaí, en la dirección de sus asuntos externos, entre los que se incluyen las relaciones con Israel, el país que alberga su Centro Mundial.
El Dr. Rutstein llega a la Comunidad Internacional Bahá'í después de una carrera internacional como médico y ejecutivo de salud. Trabajó como médico de atención primaria en Micronesia y ocupó varios cargos administrativos en el Departamento de Salud y Servicios Humanos del gobierno de los Estados Unidos, entre ellos el de contraalmirante del Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos, y un mandato como director general adjunto del mismo. También fue vicepresidente de asuntos médicos de un sistema de salud privado en China y fundó una organización benéfica mundial de salud pública. El Dr. Rutstein tiene un doctorado de la Facultad de Medicina Warren Alpert de la Universidad de Brown y un doctorado de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins. Está casado y tiene tres hijos.
El Dr. Lincoln tiene un doctorado en relaciones internacionales de la Facultad de Derecho y Diplomacia Fletcher de la Universidad de Tufts. Antes de incorporarse a la Comunidad Internacional Bahá'í, trabajó para las Naciones Unidas, en diversas misiones sobre el terreno en África, así como en puestos de alto nivel en Nueva York y Ginebra.
Reflexionando sobre su mandato, el Dr. Lincoln afirmó: «Ha sido un privilegio servir en este puesto, que requiere el mantenimiento de relaciones efectivas y alianzas crecientes con las autoridades gubernamentales, con las universidades y las comunidades, y con todos los sectores de la sociedad civil. Los jardines y santuarios bahá'ís de Haifa y Acre, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, son visitados actualmente por más de un millón de personas cada año, atrayendo una sed de diálogo significativo. He notado lo mismo internacionalmente, ya sea en Azerbaiyán, Kazajstán, Estados Unidos o en cualquier otro lugar. A pesar de las realidades sociales muy diferentes en estos países, me llama la atención el hecho de que los gobiernos, los académicos y las instituciones laicas y religiosas discutan sobre temas comunes, entre los que destacan el extremismo, el cambio climático y la promoción del bienestar de las personas, a la vez que se construyen comunidades fuertes y sostenibles».