Reunión de la Junta directiva de la Organización Internacional Bahá'í para el Desarrollo
CENTRO MUNDIAL BAHÁ'Í — La junta directiva de la Organización Internacional Bahá’í para el Desarrollo ha realizado su primera reunión. El establecimiento de la nueva institución fue anunciado por la Casa Universal de Justicia en su mensaje de 9 de noviembre a los bahá’ís del mundo.
Una junta directiva formada por cinco miembros, nombrados en noviembre para un mandato de cinco años, se reunieron en el Centro Mundial Bahá’í e iniciaron las consultas sobre los objetivos y el trabajo de la Organización para el Desarrollo.
Con respecto al mandato de la nueva institución, la Casa de Justicia escribe que su «propósito primordial será facilitar el aprendizaje sobre el desarrollo mediante el fomento y el apoyo a la acción, la reflexión sobre la acción, el estudio, la consulta, la recopilación y sistematización de experiencias, la conceptualización y la capacitación; todo ello realizado a la luz de las enseñanzas de la Fe».
Los rápidos progresos en las comunidades bahá’ís han ayudado a hacer realidad el establecimiento de la Organización para el Desarrollo, que representa una nueva etapa en la labor del desarrollo social y económico en el mundo bahá’í.
Desde los primeros años de la Fe los bahá’ís se han esforzado para aplicar las enseñanzas de Bahá’u’lláh a la mejora de los aspectos materiales y espirituales de sus sociedades. En 1983, la Casa de Justicia creó la Oficina de Desarrollo Económico y Social (ODES) para ayudarla a promover y coordinar los esfuerzos de desarrollo económico y social de la comunidad bahá’í. La ODES se ha convertido ahora en la Organización Internacional Bahá’í para el Desarrollo.
Durante treinta y cinco años, las iniciativas de los bahá’ís en este campo se han fortalecido notablemente y ha tomado forma un marco para la acción social. En todo el mundo existen numerosas organizaciones no gubernamentales de desarrollo económico y social de inspiración bahá’í, así como decenas de miles de actividades y proyectos de desarrollo emprendidos por bahá’ís y otros colaboradores. Estas actividades se alinean en un abanico de complejidad y abordan un conjunto de desafíos en campos relacionados con la educación, la alfabetización, la salud, el medio ambiente, el apoyo a los refugiados, el progreso de la mujer, el empoderamiento de los pre-jóvenes, la eliminación del prejuicio racial, la agricultura, las economías locales y el desarrollo de los pueblos. La Organización para el Desarrollo proseguirá con este trabajo en una escala creciente y a niveles más elevados de complejidad.
La junta de directores empleará el recién inaugurado Fondo para el Desarrollo Bahá’í, al que los bahá’ís pueden contribuir, tanto para ayudar a las actividades ya consolidadas como a las incipientes en todo el mundo.
El mensaje del 9 de noviembre en el que se anunciaba el establecimiento de la Organización para el Desarrollo coincidió con el 199 aniversario del nacimiento del Báb. La Casa de Justicia anunció el establecimiento de la ODES hace treinta y cinco años, también en el aniversario del nacimiento del Báb.