Hacia la paz mundial: la Cátedra bahá’í reúne a prestigiosos especialistas

31 de octubre de 2018
Hoda Mahmoudi (segunda por la derecha) es la titular de la Cátedra Bahá'í para la Paz Mundial de la Universidad de Maryland en College Park. La Cátedra auspició recientemente una conferencia, que reunió a especialistas universitarios y profesionales de una amplia gama de campos para compartir los nuevos aprendizajes sobre la consecución de la paz y la seguridad mundiales.

COLLEGE PARK, MARYLAND, Estados Unidos — La búsqueda de la paz y la seguridad mundiales exige una transformación en los sistemas de gobernanza mundial y en las dinámicas de poder que los definen hoy en día, y reclama la participación de todos los miembros de la humanidad.

Estas conclusiones quedaron recogidas en un amplio abanico de ponencias en la conferencia de la Cátedra Bahá’í para la Paz Mundial (en inglés), celebrada el 16 y 17 de octubre en la Universidad de Maryland, en College Park. Hoda Mahmoudi, titular de la Cátedra Bahá’í afirmó: «La búsqueda de la paz debe ser propugnada sine die porque los obstáculos son enormes y complejos. Tenemos que aportar nuevas ideas a este proceso. Tenemos que fomentar la toma de conciencia sobre esta compleja tarea. Tenemos que reunir a más personas con ideas afines para analizar las estrategias y las ideas fundamentales».

«A medida que nos aproximamos a la tercera década del tumultuoso siglo XXI con sus continuos cambios ―añade la doctora Mahmoudi― se hace imperativo promover una comprensión más profunda de la paz». La conferencia se centró en cinco temas considerados como esenciales por la Cátedra para comprender el desafío de la paz y la seguridad mundiales: liderazgo y gobernanza, paz y tecnología, igualdad de género, naturaleza humana y desigualdades estructurales. Los vídeos de las charlas y mesas redondas están disponibles en línea (en inglés).

«Para poner fin a la violencia de la guerra tenemos que cambiar la forma en que concebimos y construimos la paz», declaró Severine Autesserre, profesora de ciencias políticas en la Universidad de Columbia. La profesora se centró en casos de éxito en la construcción de la paz en países que sufrían conflictos pertinaces, poniendo especial énfasis en las características de una intervención externa eficaz, como la humildad, la flexibilidad, una actitud de aprendizaje y el respeto sincero por la población local.

La Cátedra Bahá’í para la Paz Mundial celebró una conferencia sobre el reto de la paz y de la seguridad mundiales los días 16 y 17 de octubre en la Universidad de Maryland en College Park. Margarita Quihuis, codirectora del Laboratorio de Innovación para la Paz de la Universidad de Stanford, habló sobre la importancia de los valores que sustentan la tecnología en uno de los discursos centrales de la conferencia. Presentación
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La Cátedra Bahá’í para la Paz Mundial celebró una conferencia sobre el reto de la paz y de la seguridad mundiales los días 16 y 17 de octubre en la Universidad de Maryland en College Park. Margarita Quihuis, codirectora del Laboratorio de Innovación para la Paz de la Universidad de Stanford, habló sobre la importancia de los valores que sustentan la tecnología en uno de los discursos centrales de la conferencia.

La doctora Autesserre explicó: «En última instancia, muchos ejemplos exitosos de construcción de la paz en los últimos años han incorporado innovadoras iniciativas locales lideradas por la población del lugar y que en ocasiones contaron con ayuda externa».

Valentine Moghadam se refirió al trabajo de womenstats.org, un proyecto de investigación (en inglés) que destaca la relación entre la condición de la mujer y la seguridad y estabilidad de un Estado. La doctora Moghadam defendió que el mejoramiento de la condición de la mujer es esencial para lograr un mundo pacífico.

Esta doctora, profesora de sociología y asuntos internacionales de la Universidad Northeastern afirmó: «El grado de igualdad de las mujeres en un país es el mejor indicador del nivel de paz o de conflicto que existe. Se espera que el aumento de la igualdad de género tenga un efecto en cascada en la seguridad, la estabilidad y la capacidad de resiliencia tanto en el interior de un país como a nivel internacional».

En varias ponencias también se subrayó la necesidad de introducir cambios estructurales en el sistema mundial en cuanto al proceso de construcción de una civilización mundial pacífica. W. Andy Knight, de la Universidad de Alberta, expuso cómo las decisiones e instituciones que gobiernan el orden mundial (en inglés) se han mantenido «congeladas en el tiempo» desde mediados del siglo XX.

El doctor Knight, que es profesor de ciencias políticas, indicó: «Hoy en día, muchas de estas instituciones creadas tras la Segunda Guerra Mundial resultan inútiles, improductivas, incompetentes y en la mayoría de los casos sin trascendencia alguna. En particular, cuando se trata de mantener la paz y la seguridad, muchas de estas organizaciones funcionan verticalmente de arriba a abajo, con escasa aportación en sentido opuesto. Ha llegado la hora de una nueva forma de entender la gobernanza mundial, especialmente en esta época turbulenta y caótica».

Un punto relacionado con lo anterior fue planteado por Craig Murphy, profesor de ciencias políticas de la Universidad Wellesley College, quien habló de la necesidad de una mayor igualdad y de una «profunda cooperación» (en inglés) para solucionar los problemas mundiales.

«Nuestras herramientas de gobernanza mundial no son idóneas para el fin que se persigue ―argumentó el doctor Murphy―. Nos enfrentamos a un conjunto de problemas mundiales que no pueden resolverse sin cooperación transnacional, sin una profunda cooperación». Planteó que uno de los mayores desafíos es que el sistema actual de gobernanza mundial hunde sus raíces en un sistema patriarcal que se remonta a las civilizaciones más antiguas, en las que la guerra y el saqueo eran fundamentales. El sistema, por lo tanto, tiene limitaciones inherentes.

El doctor Murphy afirmó: «Si realmente queremos resolver este problema, un problema que todos tenemos que resolver, necesitamos tener una política de solidaridad amplia y compleja en todos los ejes de desigualdad. Y esto se aplica a todos nosotros».

«La búsqueda de la paz debe ser propugnada sine die porque los obstáculos son enormes y de gran complejidad. Tenemos que aportar nuevas ideas a este proceso».


Hoda Mahmoudi

El tema de la transformación también se trató en la charla de Sheryl Lightfoot, profesora asociada de estudios sobre las Primeras Naciones y los indígenas, y también de ciencias políticas de la Universidad de Columbia Británica. La doctora Lightfoot destacó que la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas (en inglés), aprobada en 2007, supuso un importante logro mundial que ponía en tela de juicio el sistema mundial de derechos humanos.

La doctora Lightfoot explicó: «Reconocer y dar cabida a los derechos indígenas es un camino hacia la paz y la justicia y hacia un mejor entendimiento en la sociedad. No se trata de los Estados. No se trata de las sociedades. Se trata de que las antiguas doctrinas, las prácticas y discursos coloniales y las formas de hacer negocio sean erradicados y reformulados».

Muchos de los asistentes destacaron la profundidad analítica de los temas seleccionados, así como su enorme pertinencia para la situación actual del mundo.

La doctora Mahmoudi expresó su esperanza de que los asistentes a la conferencia, así como las personas que visionen los vídeos en la red obtengan un mayor entendimiento sobre la paz: «El conocimiento es un importante catalizador para transformar al individuo, a la sociedad y, en última instancia, al mundo».

La Cátedra Bahá’í, establecida en 1993, estudia y contribuye al diálogo mundial en torno a la paz. El año pasado, la Cátedra organizó una serie de conferencias centradas en el racismo estructural y las causas profundas de los prejuicios. Esta serie continúa el 6 de noviembre con una mesa redonda (en inglés) organizada para buscar soluciones al racismo sistémico.