En la COP21 los bahá'ís ven un impulso hacia la unidad

14 de diciembre de 2015
El representante de la CIB, Serik Tokbolat, habla en un debate sobre la resistencia de las comunidades ante los sucesos extremos provocados por el clima.

PARIS, Francia — La conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático de la semana pasada, conocida como COP21, ha dado como fruto un acuerdo firmado por 196 naciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La Comunidad Internacional Bahá'í (CIB) señala que este resultado representa un paso significativo hacia una mayor unidad y cooperación entre las naciones a medida que el mundo aprende a enfrentar los principales desafíos mundiales.

«Desde la perspectiva de la unidad en la acción, la conferencia de París debe considerarse un éxito —afirmó Serik Tokbolat, representante de la CIB ante las Naciones Unidas—. Si bien algunos han sugerido que el documento final se queda corto en cuanto a lo que realmente se necesita para prevenir los principales efectos del cambio climático, el mundo ha demostrado su capacidad para unirse a nivel mundial y para consultar profundamente sobre su futuro».

El Sr. Tokbolat representó a la CIB como parte de una delegación bahá'í a la conferencia, que reunió a miles de representantes del gobierno, del mundo empresarial y de la sociedad civil.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) twitea un pasaje de la declaración oficial de la CIB para la COP21, titulada Visión común, voluntad común: Escojamos juntos el futuro de nuestro mundo. Presentación
5 imágenes

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) twitea un pasaje de la declaración oficial de la CIB para la COP21, titulada Visión común, voluntad común: Escojamos juntos el futuro de nuestro mundo.

«Nuestro objetivo, en nuestras actividades, debates y declaraciones, fue llamar la atención sobre la necesidad de que los individuos, comunidades e instituciones de todo el mundo desarrollen nuevos patrones de acción e interacción que puedan ayudar a la humanidad a adoptar colectivamente una actitud más equilibrada hacia el medio ambiente.

«La humanidad puede adoptar medidas para prevenir los efectos negativos del cambio climático y mejorar su relación con el planeta si actúa con visión y voluntad», explicó.

La principal contribución de la Comunidad Internacional Bahá’í a la COP21 —señaló—, se plasmó en una declaración oficial, titulada Visión común, voluntad común: Escojamos juntos el futuro de nuestro mundo.

El documento explica que « El establecimiento de pautas sostenibles de vida individual y colectiva exigirá […] no solo nuevas tecnologías, sino también una nueva conciencia en los seres humanos con una nueva concepción de nosotros mismos y de nuestro lugar en el mundo».

El Foro Internacional del Medio Ambiente (FIMA), una organización de inspiración bahá'í, también participó en el evento. Tanto la CIB como el FIMA organizaron, copatrocinaron o participaron en una serie de eventos paralelos a la COP21.

Arthur Dahl, presidente del FIMA y antiguo director ejecutivo adjunto del programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente (PNUMA), afirmó que «el FIMA trató de ampliar el debate sobre el cambio climático más allá de las soluciones científicas y tecnológicas para incorporar la transformación social basada en valores que será fundamental para la aplicación del Acuerdo de París».

«Y respaldó este argumento con ejemplos prácticos del aprendizaje generado en las comunidades bahá'ís, como en Vanuatu y Malasia tras los desastres naturales, además de en los cursos de inspiración bahá'í sobre el cambio climático, en la investigación sobre el aprendizaje basado en valores para promover estilos de vida sostenibles y sobre los mecanismos de rendición de cuentas en la gobernanza internacional».