«La esperanza nos ayuda a hallar la alegría»: Una reunión durante los días intercalares fomenta la unidad en un escenario de tensiones sociales
CENTRO MUNDIAL BAHÁ’Í — En un conmovedor encuentro que generó momentos de esperanza colectiva en medio de los obstáculos societales actuales, unos 75 invitados de distintas comunidades sociales y religiosas se reunieron en las proximidades del Santuario de Bahá’u’lláh en Bahjí para celebrar los Ayyám-i-Há, un período del calendario bahá’í dedicado a la hospitalidad, la generosidad y la alegría.
La reunión congregó a autoridades locales, entre ellas el alcalde de ‘Akká y residentes de las comunidades cristiana, drusa, judía y musulmana, así como a personas que no se identifican con ninguna tradición religiosa, junto con profesores universitarios y artistas de ‘Akká, Haifa y otras ciudades y localidades. El acto generó un espacio para la unión y la reflexión, ofreciendo a los participantes un respiro de los desafíos sociales que afrontan y una oportunidad para fomentar el entendimiento mutuo.
David Rutstein, secretario general de la Comunidad Internacional Bahá’í, dio inicio a la reunión con una explicación del significado de los Ayyám-i-Há: «El calendario bahá’í consta de 19 meses de 19 días. Se añaden cuatro o cinco días extras para adaptarlo al calendario solar. Estos días se llaman Ayyám-i-Há o días intercalares», explicó.
El doctor Rutstein agregó: «Es un período en el que los bahá’ís realzan la generosidad y hospitalidad, la caridad y amabilidad, la alegría, el amor y la unidad. Y ustedes son las personas con quien queremos compartirlo».
Los participantes visitaron el Santuario de Bahá’u’lláh y los jardines circundantes, tras lo cual hubo un programa formal que incorporó lecturas en numerosos idiomas de los escritos de las religiones representadas, además de actuaciones musicales.
Rutstein señaló que «los jardines bahá’ís se hallan repletos de flores de diferentes colores, formas y fragancias, y nosotros somos como esas flores».
Este año, el acto estuvo estrechamente ligado a una serie de reuniones de oración que comenzaron a finales de 2023 y que ha fortalecido los lazos de amistad y de hermandad espiritual entre diversos pueblos de la zona de ‘Akká en un momento especialmente complicado.
En declaraciones al Servicio de Noticias, Ofer Amar, profesional de un medio local, señaló el efecto transformador de la reunión: «Llegué al acto muy triste por la situación actual».
Amar habló de la profunda relación entre esperanza y alegría, que descubrió a través de la difícil experiencia vivida en el país: «Si hay alegría, también hay esperanza; la esperanza te ayuda a hallar la alegría», afirmó, explicando cómo estas cualidades se alimentan y refuerzan mutuamente.
Y añadió que, a pesar de las tragedias, la diversidad de las personas reunidas en armonía había renovado su espíritu: «Me voy de este acto con una sonrisa en mi rostro y lleno de esperanza y de alegría».
Gershon Lewental, historiador cultural del Oriente Medio, comentó la importancia de estas reuniones: «Han sido dos años muy duros en la zona y a menudo sentimos que no hay esperanza. Así que es agradable estar en un lugar como este, con personas con ideas positivas sobre el progreso y el mejoramiento de la humanidad y del mundo».
Zaid Falah, juez administrativo de Haifa, declaró que la reunión reflejó los principios bahá’ís en acción: «Esta es una oportunidad importante […] para la unidad humana y para el amor que los bahá’ís promueven».
Y estableciendo una conexión entre la reunión y un futuro esperanzador, el doctor Falah agregó: «Este mosaico de poblaciones refleja […] nuestro deseo de avanzar hacia un lugar mejor».
La reunión fue un faro de esperanza y renovación. Naim Obeid, director general del Centro de Artes y Tecnología (A-CAT) de ’Akká afirmó: «Cuando veo lo que ocurre en el exterior y entro a este lugar, siento tranquilidad y paz. Cuando miro a las personas a los ojos, veo que hay mucha esperanza».
Obeid añadió: «Es la belleza de este lugar: la diversidad de personas que se reúnen para servir a un mismo objetivo, que es unir a todas las personas por la paz».
Nissim Ben David, profesor de economía y presidente de la universidad occidental de Galilea (Western Galilee Academy College), declaró que la reunión cumplía con un profundo anhelo humano: «La gente busca esperanza y alegría e intenta encontrarla en distintas actividades. La mente busca hallarla todos los días [...] La ocasión en que las personas se reúnen con el objetivo y deseo principal de tener alegría y esperanza y sentir afecto los unos por los otros es un momento muy especial y singular.
La atmósfera espiritual de la reunión fue especialmente destacable para los participantes. Duli Gruder Yanai, residente de la zona, afirmó: «Cada vez que vengo aquí es como poder recordar lo que es sentir paz, alegría y amor. Es tan fácil olvidar en este mundo, no porque no exista, sino porque hay demasiadas cosas que tratan de hacer que lo olvidemos.
«Por eso es hermoso recordarlo y recordarlo juntos, y mencionarlo unos a otros es tan hermoso».
Nihad Sheherat declaró que la reunión encarnó la esencia del amor: «En cuanto a mí, la alegría y el amor significan amar a todo el mundo, que cada persona ame a las demás, y amar a todo lo que Dios ha creado. El amor es cuando damos de corazón a los que nos rodean. El sacrificio es amor, la compasión es amor».
Estas reuniones de oración seguirán celebrándose durante los próximos meses, en las proximidades del Santuario de Bahá’u’lláh en Bahjí, así como junto al Santuario del Báb en Haifa.