La campaña recibió un considerable flujo de apoyo de reconocidas y destacadas personalidades iraníes. Sus expresiones de solidaridad, profundas y conmovedoras a la vez, no solo dieron testimonio de las cuatro décadas de persecución contra los bahá’ís, sino que encomiaban la campaña y su llamamiento a contemplar la interconexión entre los grupos y la visión de una sociedad en la que todos, sin importar la fe, procedencia o género, tengan las mismas oportunidades para participar en su desarrollo.