Una oleada de conferencias recorrió África y congregó a miles de personas de todas las procedencias para consultar sobre cómo podían contribuir al progreso material y espiritual de sus comunidades. En algunos lugares, las reuniones se centraron en temas específicos. Por ejemplo, en la República Centroafricana, unas 500 mujeres se sumaron a un foro de debates en Bangui para estudiar el papel de la mujer a la hora de contribuir al progreso social. Una conferencia en Chad reunió a dirigentes y líderes religiosos para debatir sobre la aportación de cada persona a la consecución de la paz colectiva.