En 1875 ―ocho años después del encarcelamiento de Bahá’u’lláh en la ciudad prisión de ‘Akká― ‘Abdu’l‑Bahá creó este espléndido jardín para Su padre que, para entonces, había sufrido más de dos décadas de encarcelamiento y exilio. Bahá’u’lláh llamó al jardín «Riḍván», que significa «paraíso».