«¿Qué hemos aprendido de la crisis sanitaria?», preguntan a los investigadores desde la Cátedra para la Paz
COLLEGE PARK, Maryland, Estados Unidos — En los últimos meses, la pandemia ha golpeado a millones de personas con la enfermedad, con dificultades económicas y con otros tipos de crisis. Personas de todas las condiciones, especialmente los trabajadores en primera línea han respondido heroicamente. Esta época sin precedentes también ha estimulado debates en profundidad sobre el progreso social.
En abril, la Cátedra Bahá’í para la Paz Mundial de la Universidad de Maryland ha invitado a los investigadores a contribuir con artículos para una serie titulada «Aprendizajes durante la pandemia del COVID-19».
Hoda Mahmoudi, titular de la Cátedra Bahá’í para la Paz Mundial, comenta: «Esta crisis revela los dos lados de la naturaleza humana, lo que nos lleva a reflexionar sobre cómo deseamos salir de este periodo. ¿Habremos realizado grandes progresos reales, no solo en apariencia, en el logro de una mayor unidad y solidaridad?».
Los artículos estudian los efectos de la pandemia en la economía, el medio ambiente, los medios de comunicación y otras esferas de la vida. Un tema común es cómo la crisis sanitaria ha puesto en evidencia las enormes desigualdades en la sociedad.
Alison Brysk de la Universidad de California en Santa Bárbara, describe el racismo y los abusos de derechos humanos como las enfermedades que se han propagado en la sociedad por medio de la «otredad» y de la «atomización social». La doctora Brysk señala que superar la adversidad y la opresión han dependido históricamente de la solidaridad social. «Esto sugiere que nuestra capacidad para hacer frente a la epidemia de deshumanización será la clave no solo para sobrevivir a la epidemia del coronavirus sino para sobrevivir como civilización».
Dafna Lemish, de la Universidad Rutgers de Estados Unidos escribe sobre las desigualdades digitales. Lemish explica que el tema predominante en el discurso público sobre el uso de los medios por parte de los niños era el «tiempo pasado frente a la pantalla», pero que ahora el foco puede estar cambiando: «Durante esta crisis, las desigualdades digitales han quedado claramente al descubierto como síntoma de muchas desigualdades sociales estructurales de calado: la desigualdad de la propiedad de los medios y del acceso a internet y a los servicios de difusión; las desigualdades creadas por las condiciones de vida que no permiten un uso adecuado de los medios; y las desigualdades en materia de alfabetización, de conocimiento y de habilidades digitales para sacar el mejor provecho de los medios».
Melissa Nursey-Bray de la Universidad de Adelaida estudia cómo el capitalismo y el consumismo en los entornos urbanos han desconectado a las personas de la naturaleza y entre sí, y ofrece reflexiones sobre cómo la pandemia aporta un destello de esperanza de otras maneras de vivir.
«Nuestra atención, anteriormente consumida por el ocio y el deseo de comprar, se ha desplazado hacia la necesidad de prestar atención a otras prácticas diarias de gran importancia que implican a nuestra familia y que ponen más énfasis en estilos de vida y prioridades locales», escribe la doctora Nursey-Bray. El artículo también estudia la necesidad de crear espacios urbanos en los que la gente pueda reunirse y dialogar sobre una forma de vida sostenible.
Con respecto a otro tema dentro de la serie, el empoderamiento de las mujeres, la doctora Mahmoudi declara: «Una elevada proporción de los trabajadores esenciales durante la pandemia ha estado constituida por mujeres. A la vez que realizan una enorme contribución a la sociedad, pongamos por caso las profesionales de la salud y las trabajadoras sanitarias, muchas mujeres también han asumido una gran parte del trabajo en el hogar, cuidando de los más jóvenes y de los mayores en sus familias. Y no obstante, la violencia contra las mujeres ha aumentado lamentablemente.
Las mujeres siempre han ejercido un papel fundamental en todas las sociedades, pero sus contribuciones vitales son ignoradas y poco reconocidas. La plena participación de las mujeres en la construcción de un mundo diferente en el que tengan plena igualdad de educación y de oportunidades y una voz paritaria en la toma de decisiones es fundamental para crear un orden social sostenible. Hasta que consigan la igualdad plena, jamás se logrará la paz».
Al valorar las contribuciones realizadas, la doctora Mahmoudi declara: «El objetivo de esta serie ha sido una mayor comprensión y conocimiento que a su vez haga posible aumentar la acción. El cambio siempre comienza cuando un pequeño grupo de personas con ideales elevados pero realistas y un espíritu de esperanza comienzan a emprender acciones con determinación».
Los artículos de esta serie se publican en el blog de la Cátedra Bahá’í (en inglés).