«Bihar es una tierra fértil y sus numerosos pueblos constituyen un escenario atemporal de la vida rural india ―afirma Suditya Sinha, uno de los arquitectos―. La Casa de Adoración emerge en este entorno rural exuberante. Inspirados en la arquitectura y artesanía tradicionales, decidimos emplear ladrillos fabricados con tierra de la zona. Tanto literal como metafóricamente, la tierra se moldea en la forma del templo».