El primer ministro de Australia expresa su gratitud a la comunidad bahá’í
SÍDNEY — Hace cien años de la llegada a Australia de los dos primeros bahá’ís, Clara y Hyde Dunn. Mientras la comunidad bahá’í australiana se prepara para celebrar este centenario de una manera adecuada a las circunstancias actuales, ha recibido un caluroso mensaje de agradecimiento y de ánimo del primer ministro de Australia, Scott Morrison.
Enviado con antelación a la festividad bahá’í de Riḍván en este mes, el mensaje expresa el agradecimiento por la contribución que la comunidad bahá’í australiana ha realizado a la sociedad durante este último siglo.
También menciona el papel que la comunidad bahá’í puede seguir realizando «en medio de una crisis sanitaria sin precedentes» que exige la colaboración de todos los australianos. «En esta hora de desafíos, estoy seguro de que sacarán fuerzas de las enseñanzas bahá’ís y de su compromiso con el bienestar de la humanidad, especialmente de los más vulnerables».
En referencia a una declaración realizada hace poco por la Casa Universal de Justicia sobre la «unidad inherente y la interdependencia» de la humanidad, el primer ministro se hace eco de su espíritu: «El mundo necesita cada vez más de la esperanza y la fuerza de espíritu que la fe otorga».
En su próxima declaración del viernes para celebrar el comienzo del año del centenario, la Asamblea Espiritual Nacional de los bahá’ís de Australia agradece el mensaje del primer ministro y pide que se intensifique el espíritu de servicio.
«Aunque en este momento de incertidumbre no podamos reunirnos en persona o desplazarnos —escribe la Asamblea— podemos orar por el bienestar de todos, buscar nuevas formas creativas de servir a nuestros vecinos y amigos y continuar con el proceso de construcción de comunidad».