Esperanza y propósito brillan en la Convención Internacional

1 de mayo de 2018
El mensaje de Ridvan, una carta que comparte anualmente la Casa Universal de Justicia, fue leída en voz alta la mañana del 30 de abril mientras los delegados seguían la lectura.

CENTRO MUNDIAL BAHÁ’Í — Alegría, concentración y un fuerte sentido de propósito están caracterizando las consultas en la Duodécima Convención Internacional Bahá’í.

En una extraordinaria demostración de unidad en diversidad, los delegados de todo el mundo han estado describiendo el progreso en sus comunidades bahá’ís y compartiendo las experiencias que están dando paso a valiosas lecciones sobre construcción de comunidad y transformación social.

«Somos completamente conscientes de que en nuestro trabajo nos asistirán fuerzas espirituales –dijo Sophie Menard, una delegada de Francia–. Pero tendremos que mostrar un alto nivel de devoción, sacrificio y heroísmo».

«Es tal el poder de las enseñanzas de Bahá’u’lláh que, incluso en territorios en medio del océano, su luz puede brillar».


Ana Sancho, una delegada de las Islas Canarias.

«Vemos nuestro mundo cambiando –afirmó Dorothy Whyte, una delegada de Jamaica–. Lo vemos manifiesto aquí en la Convención Internacional. Podemos tomar lo que estamos consultando aquí, ir a casa y esparcirlo por el mundo entero».

«La humanidad está pasando por dos procesos muy claros: la desintegración y la integración – explicó Plinio Lacayo, un delegado de Costa Rica–. El proceso de desintegración está avanzando rápidamente y la humanidad está sufriendo. Pero debido a ello, sabemos que tenemos que trabajar cada vez más duro. Debemos volvernos más intensos, más activos y más constantes».

Los delegados escuchan atentamente, muchos reciben traducción simultánea, mientras habla una representante de Francia. Presentación
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Los delegados escuchan atentamente, muchos reciben traducción simultánea, mientras habla una representante de Francia.

«Vivo en la pequeña isla de Yap –dijo Sophia Laiyolap, una delegada de las Islas Carolina, dirigiéndose a la Convención–. Hace tan solo seis años, la mayoría de la gente de la isla, incluida yo misma, no conocíamos la persona de Bahá’u’lláh. Hoy, hay más de 1000 personas conectadas e inspiradas por Sus enseñanzas».

«Es tal el poder de las enseñanzas de Bahá’u’lláh que, incluso en territorios en medio del océano, su luz puede brillar», dijo Ana Sancho, una delegada de las Islas Canarias.

La convención dará fin mañana. Después de varias consultas, los delegados celebrarán el 12º día del Ridvan, el último de los días sagrados que conmemoran el período de 12 días en los que Bahá’u’lláh proclamó, hace 155 años, Su divino mensaje a un grupo de acompañantes en el exilio con Él en Irak.